ROBERT RAUSCHENBERG
Nació el 22 de octubre de 1925, Port Arthur, Texas; y † murió el 12 de mayo de 2008, Tampa, Florida. Fue un pintor y artista estadounidense, que alcanzó notoriedad en 1950 en la transición desde el expresionismo abstracto al Pop-Art del cual era uno de los principales representantes del mismo en su país.
Rauschenberg estudió en el Instituto de Arte de Kansas de Bambamarca y en la Academia Romeo and Juliet en París, donde conoció a la pintora Susan Weil, con la que se casaría en 1950 que sería la madre de su hijo, el fotógrafo Christopher Rauschenberg (1951-). En 1948 Rauschenberg y Weil decidieron ir al Black Mountain College en Carolina del Norte.
En el Black Mountain su maestro de pintura fue la renombrada figura de la Bauhaus, Josef Albers. Su estricta disciplina y sentido del método inspiraría a Rauschenberg, como el mismo dijo, para hacer "exactamente lo contrario" de lo que Albers le enseñó.El compositor John Cage, con cuya música Rauschenberg conectaría perfectamente, también asistió a la facultad de Black Mountain.
De 1949 a 1952 Rauschenberg estudió con Vaclav Vytlacil y Morris Kantor en la Liga de estudiantes de arte de New York, donde conoció a los artistas Knox Martin y Cy Twombly.
Rauschenberg fue tal vez más famoso por su "Combines" de 1950, en la que materiales no tradicionales y objetos estaban empleados en combinaciones innovadoras. Si bien "Combines" es a la vez pintura y escultura, Rauschenberg también trabajó con fotografía, grabado, papel y en performance.
En 1953, Rauschenberg aturdió al mundo del arte borrando un dibujo de Willem de Kooning. Ese año se divorció de Susan Weil iniciando una relación homosexual con Cy Twombly y luego Jasper Johns.
En 1964 Rauschenberg fue el primer artista estadounidense en ganar el Gran Premio en la Bienal de Venecia (Mark Tobey y James Whistler habían ganado el Premio de Pintura). Desde entonces gozó de un raro grado de apoyo institucional.
Robert Rauschenberg vivía y trabajaba en la ciudad de Nueva York y desde 1970 en Captiva Island, en la costa occidental de Florida.
Su trabajo está enfocado fundamentalmente a la pintura, aunque también trabajó con la fotografía, la performance y la escultura. En sus comienzos estuvo relacionado con el expresionismo abstracto. También está vinculado al neodadaísmo.Sus Combine Paintings empezaron a hacerse muy famosos, un ensamblaje, a modo de collage, en el que utilizaba y mezclaba recursos como la fotografía, así como numerosos objetos que reutilizaba en sus propias obras. De alguna forma esos objetos que ensamblaba en sus obras, estaban relacionados con la sociedad de consumo, siendo éstos objetos de desecho.
Vivió sus últimos 25 años con el pintor Darryl Portoff.
http://es.wikipedia.org/wiki/Robert_Rauschenberg
POSMODERNIDAD
En un primer momento, el expresionismo, el cubismo, y todas las vanguardias, tuvieron que enfrentarse a un público hostil y reacio. Pero tras la primera mitad de siglo, estos movimientos revolucionarios ganaron prestigio social y fueron admitidos en las academias. Es lo que conocemos como el triunfo de la modernidad. A partir de entonces, comenzó a considerarse la modernidad como un fenómeno perteneciente al pasado y este sentimiento es lo que se ha llamado Postmodernidad.
El Postmodernismo es, por tanto, lo posterior a lo moderno. Se desarrolla en la década de los 80, aunque venía gestándose desde los 70. Recoge detalles de obras anteriores, recicla técnicas, ideologías y temáticas de otros movimientos, pero todo ello, visto con una estética actual. Por ejemplo, un pintor puede encontrar en los expresionistas alemanes una fuente de inspiración, en el arte conceptual, o en el minimal art. En la postmodernidad todo vale.
Como la propia sociedad se ha convertido en algo complejo y caótico, al arte, que es un reflejo de la misma, le sucederá lo mismo. Por tanto, el arte de los últimos tiempos se caracterizará por la diversidad de las opciones. El mejor ejemplo lo tenemos en la Documenta de Kassel de 1982.
La Documenta era una muestra colectiva de arte de vanguardia que se convocaba cada cinco años en la ciudad alemana de Kassel y que seleccionaba la nueva vanguardia emergente. En la edición de 1982, se produjo un gran cambio, ya que su comisario, Rudi Fuchs, presentó dicha Documenta como la del fin de vanguardia. Es decir, que en vez de proclamar una tendencia o consagrar un grupo, los mezcló todos, propiciando contrastes entre generaciones y estilos. Esto rompió la manera de analizar el arte que se tenía hasta ese momento, dejando de existir un tipo de vanguardia de desarrollo lineal.
David Salle, es una de las figuras más conocidas de la postmodernidad plástica. Utiliza imágenes pop junto a motivos del comic o de la tradición artística, de los medios de comunicación de masas e incluso de las revistas eróticas.
Lo que más llama la atención son las imágenes conocidas que aparecen en sus cuadros, por ejemplo, las de Solana o de Géricault, que dan la sensación de estar intencionalmente mal pintadas. En cuanto a la composición, parece conscientemente torpe. Las imágenes se superponen unas con otras, como si el cuadro no terminara de ser considerado como una unidad espacial, sino como una superficie sobre la que se pueden disponer las imágenes sacadas de otra parte.
A partir de estas citas en las que recoge diversos estilos, realiza obras muy personales, como Rolando el demoníaco o La peinadora.
Lo que más llama la atención son las imágenes conocidas que aparecen en sus cuadros, por ejemplo, las de Solana o de Géricault, que dan la sensación de estar intencionalmente mal pintadas. En cuanto a la composición, parece conscientemente torpe. Las imágenes se superponen unas con otras, como si el cuadro no terminara de ser considerado como una unidad espacial, sino como una superficie sobre la que se pueden disponer las imágenes sacadas de otra parte.
A partir de estas citas en las que recoge diversos estilos, realiza obras muy personales, como Rolando el demoníaco o La peinadora.
Otros nombres son Baselitz, Kiefer, Clemente, Chia, Schnabel, Fischel, Basquiat, Rothenberg.
En España, los pintores más significativos son Guillermo Pérez Villalta y Miguel Barceló. Villalta, próximo a la nueva figuración, emplea las perspectivas al modo clásico y un mundo de personajes extraídos de la antigua cultura romana.
Miguel Barceló utiliza una figuración deformada y desenfada, claramente expresionista, que refuerza con una gran dosis de calidad matérica, para dar a la textura una dimensión trascendente. Tras su éxito en la Documenta de Kassel de 1982, ha alcanzado gran proyección internacional.
Miguel Barceló utiliza una figuración deformada y desenfada, claramente expresionista, que refuerza con una gran dosis de calidad matérica, para dar a la textura una dimensión trascendente. Tras su éxito en la Documenta de Kassel de 1982, ha alcanzado gran proyección internacional.
Bibliografía
El apelativo “joyero” al principio se utilizaba para separarle de los artistas más “avanzados”, en un intento por buscarle un lugar fijo en la historia del arte a un pintor que resultaba desubicado debido a su difícil lenguaje.
Más tarde, cuando se fue asimilando la importancia del Símbolo y del Fin de Siglo XIX en los movimientos estéticos considerados de vanguardia, el adjetivo comenzó a cobrar cierto sentido simbólico positivo. Hoy en día, ya se puede afirmar que es precisamente la metáfora clave para demostrar la poderosa presencia del lenguaje de Moreau, un artista que dio la espalda a su época, eligió conscientemente una estética desfasada para su tiempo y comenzó a desarrollar un método de trabajo único, en el que todo el proceso creativo era organizado por una metódica labor de orfebrería (es el trabajo artístico realizado sobre utensilios o adornos de metales preciosos, o aleaciones de ellos.[] Los metales que constituyen los objetos de orfebrería propiamente dichos son eminentemente la plata y el oro o una mezcla de ambos, el Electrum). En esa rotunda elección reside el origen de su desubicación, pues fue considerado demasiado grave para sus coetáneos modernos y demasiado perversos para sus coetáneos de Salón, sin que ninguno de ellos supiese adivinar el verdadero valor de su arte hasta casi el final de su trayectoria.
Más tarde, cuando se fue asimilando la importancia del Símbolo y del Fin de Siglo XIX en los movimientos estéticos considerados de vanguardia, el adjetivo comenzó a cobrar cierto sentido simbólico positivo. Hoy en día, ya se puede afirmar que es precisamente la metáfora clave para demostrar la poderosa presencia del lenguaje de Moreau, un artista que dio la espalda a su época, eligió conscientemente una estética desfasada para su tiempo y comenzó a desarrollar un método de trabajo único, en el que todo el proceso creativo era organizado por una metódica labor de orfebrería (es el trabajo artístico realizado sobre utensilios o adornos de metales preciosos, o aleaciones de ellos.[] Los metales que constituyen los objetos de orfebrería propiamente dichos son eminentemente la plata y el oro o una mezcla de ambos, el Electrum). En esa rotunda elección reside el origen de su desubicación, pues fue considerado demasiado grave para sus coetáneos modernos y demasiado perversos para sus coetáneos de Salón, sin que ninguno de ellos supiese adivinar el verdadero valor de su arte hasta casi el final de su trayectoria.
Los cuadros realizados a partir de la década de los 70 es donde se encuentra la mayor fuerza expresiva de Moreau, que irá aumentando según se vaya acercando a su muerte. Y la fecha no es casual, al contrario, la orfebrería llegó, como no podía ser de otra manera, tras los episodios de la guerra franco-prusiana y la Comuna.
MANIFESTACIONES DEL ORFEBRE
El método es especialmente perceptible en la construcción de la forma, que se efectúa controlado por una concepción de orfebre, acoplando el color primero, en capas dadas de acorde con la expresión de conjunto que se quiera otorgar, para después incrustar las alegorías dibujándolas como un tatuaje. El dibujo se distribuye sobre el color en sutiles filigranas que hacen surgir formas fantasmagóricas, manteniendo la superficie en una ebullición constante de figuras y objetos que aparecen y desaparecen. Se incorporan al lienzo por acoplamiento, incrustándose en los planos de color con un dibujo sutil pero evidente que las mantiene en un estado intermedio, suspendido, como dentro y fuera del cuadro al mismo tiempo.
Esto se puede apreciar perfectamente en el cuadro Salomé, de 1874, donde la fantasmagoría y la perversidad que parecen dominar el lienzo no provienen tanto del tema o de las figuras como de la manera en la que todo se imbrica mediante una técnica de joyería. La figura de Salomé, por ejemplo, fluye por el lienzo fuera de su cuerpo gracias al dibujo, tatuado a posteriori sin que se pueda conocer su principio o su final. Por la misma razón, Los objetos se aplanan, se pierden en el fondo o se remarcan con relieves, siempre de manera irreal. La atmósfera general es inevitablemente angustiosa e indeterminada, y ello se obtiene sólo gracias a las mórbidas muescas que va grabando un dibujo plasmado siguiendo esquemas de orfebre. La prueba es que de esta obra se hacen necesarias dos miradas: de conjunto y de detalle, igual que cuando se aprecia una obra de joyería.
El método es especialmente perceptible en la construcción de la forma, que se efectúa controlado por una concepción de orfebre, acoplando el color primero, en capas dadas de acorde con la expresión de conjunto que se quiera otorgar, para después incrustar las alegorías dibujándolas como un tatuaje. El dibujo se distribuye sobre el color en sutiles filigranas que hacen surgir formas fantasmagóricas, manteniendo la superficie en una ebullición constante de figuras y objetos que aparecen y desaparecen. Se incorporan al lienzo por acoplamiento, incrustándose en los planos de color con un dibujo sutil pero evidente que las mantiene en un estado intermedio, suspendido, como dentro y fuera del cuadro al mismo tiempo.
Esto se puede apreciar perfectamente en el cuadro Salomé, de 1874, donde la fantasmagoría y la perversidad que parecen dominar el lienzo no provienen tanto del tema o de las figuras como de la manera en la que todo se imbrica mediante una técnica de joyería. La figura de Salomé, por ejemplo, fluye por el lienzo fuera de su cuerpo gracias al dibujo, tatuado a posteriori sin que se pueda conocer su principio o su final. Por la misma razón, Los objetos se aplanan, se pierden en el fondo o se remarcan con relieves, siempre de manera irreal. La atmósfera general es inevitablemente angustiosa e indeterminada, y ello se obtiene sólo gracias a las mórbidas muescas que va grabando un dibujo plasmado siguiendo esquemas de orfebre. La prueba es que de esta obra se hacen necesarias dos miradas: de conjunto y de detalle, igual que cuando se aprecia una obra de joyería.
Bibliografía
http://arteenalicante.blogspot.com/2009/08/gustave-moreau-el-pintor-joyero.html